martes, 5 de agosto de 2014

Brujas y científicas



Brujas-científicas-religión-medicina
La medicina popular en el Medievo, estaba en manos de las mujeres que a partir del siglo XIII se les empezó a llamar brujas o curanderas. Eran mujeres independientes, hecho por lo general  inaceptable para una sociedad en que las mujeres debían de tener un marido y depender de éste. Pero además eran herederas culturales espirituales de las civilizaciones precristianas y las sacerdotisas de la diosa madre, ya que la bruja representaba al tercer aspecto de la Diosa, la Anciana Sabia, venerada hasta entonces por sus servicios a la comunidad.

Las brujas sanadoras, en las culturas comunitarias campesinas, estaban a cargo de la salud, ya que prestaban asistencia médica a la gente del pueblo, que vivían pobremente y no disponían ni de hospitales ni de médicos. La propia iglesia  contribuía muy poco a mitigar los sufrimientos del campesinado.

Durante siglos las mujeres fueron médicas sin título; excluidas de los libros y la ciencia oficial, aprendían unas de otras y se transmitían sus experiencias entre vecinas o de madre a hija. Fueron las primeras farmacólogas, que ponían en práctica conocimientos heredados sobre plantas medicinales o ungüentos caseros, siendo a su vez las primeras médicas y anatomistas de la historia occidental. Las brujas disponían de analgésicos, digestivos y tranquilizantes.

Ejercían también de parteras, de casa en casa, practicaban abortos y poseían conocimientos sobre anticoncepción y reproducción. Empleaban la belladona – todavía utilizada como antiespasmódico en la actualidad – para inhibir las contracciones uterinas cuando existía riesgo de que se produjera un aborto espontáneo. Su conocimiento era empírico, a pesar de que históricamente a las brujas se las ha estigmatizado y desprestigiado, asociando que sus conocimientos y su prácticas, se debían al poder que le otorgaba el demonio.
 
La medicina estaba supervisada por la iglesia y los médicos tenían pocos conocimientos de los que hoy podíamos llamar científicos. Antiguamente, los médicos no tocaban el cuerpo del enfermo, siendo más bien éstos quienes se aferraban a doctrinas no contrastadas con la práctica y a métodos rituales. Para sanar a un enfermo era poco lo que podían hacer salvo recitar fórmulas mágicas, recetar purgantes, sángralos y la aplicación de sanguijuelas. 

 Sin embargo las brujas estaban en constante contacto con el cuerpo del paciente. Creían en la experimentación, y en la relación causa y efecto y su actitud era activamente indagadora. Confiaban en sus propias capacidades para encontrar nuevas formas de actuar para paliar las enfermedades. Paracelso, considerado el “padre de la medicina moderna”, afirmó en el siglo XVI que todo lo que sabía lo había aprendido de las brujas. 

La cognición empírica que dominaban y transmitían de abuelas a madres, y de ellas a hijas, fue considerada sospechosa y amenazante, porque atentaba contra los poderes políticos, religiosos y científicos nacientes.

Al ir acumulando un conocimiento importante sobre la reproducción y prácticas abortivas, se vio como una amenaza para una sociedad androcéntrica, donde ésto se vio como la posibilidad de ejercer una sexualidad más libre, poniendo en riesgo la hegemonía masculina. 

La caza de brujas, que se produjo entre los siglos XIV y XVII, y adoptó diversas formas según el tiempo y lugar donde se produjo, pero sin duda fue una campaña terrorífica contra las mujeres, donde más de un millón fueron quemadas en la hoguera. No fue ni una orgía de linchamientos colectivos, ni un suicidio colectivo de mujeres histéricas, sino que fueron campañas organizadas, financiadas y ejecutadas por el Estado y la Iglesia

En la persecución de las brujas, confluyeron la misoginia, el antiempirismo y la sexofobia de la Iglesia.  Los inquisidores, en su visión  patriarcal, no podían aceptar que las mujeres tuvieran sabiduría o poder. La Iglesia concebía la persecución de las sanadoras campesinas como un combate contra la magia y no contra la medicina. La rendición ante los sentidos se veía como una amenaza para la fe por parte de la Iglesia.

La bruja encarnaba, por tanto, una triple amenaza para la Iglesia: era mujer y no se avergonzaba de serlo; aparentemente formaba parte de un movimiento clandestino organizado de mujeres campesinas; y finalmente era una sanadora cuya práctica estaba basada en estudios empíricos
brujas-parteras-sanadoras-científicas

Muchas de las mujeres acusadas de brujería fueron comadronas. El aporte de la mujer a la ginecología , a la obstetricia  y pediatría fue casi exclusivo hasta el siglo XIX. Como afirma Joyce Lussu:” El poder acumulado en este campo y otros, era peligroso para el Estado (..) y la caza de brujas significó un punto del paso de una estructura social en la que la mujer tenía un papel importante, a otra sociedad”.

Como conclusión,  Ehrenreich y English en su libro "Brujas, parteras y enfermeras" afirman: La exclusión de las mujeres de las tareas de sanación no tiene ninguna justificación históricamente coherente. Las brujas fueron acusadas de pragmáticas, empíricas e inmorales. Pero en el siglo XIX se invirtió la retórica: las mujeres pasaron a ser demasiado acientíficas, delicadas y sentimentales. Los estereotípicos han ido variando según las convenciones masculinas; pero nosotras no hemos cambiado y ningún aspecto de nuestra  “naturaleza femenina innata” justifica nuestra presente subordinación.

La medicina forma parte de nuestra herencia de mujeres, pertenece a nuestra historia, es nuestro legado ancestral.
                                      
                                                           
SIGUE A EQUIDAEM EN FACEBOOK


Fuentes consultadas
-Brujas, parteras y enfermeras. Una historia de sanadoras femeninas. Barbara Ehrenreich
y Deirdre English
-El retorno de las brujas. Incorporación y contribuciones de las mujeres a la ciencia. Norma Blázquez.


13 comentarios:

  1. Al hilo del artículo Mª del Mar Daza me recomendó la lectura del libro de Silvia Federici, "Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria." http://www.traficantes.net/libros/caliban-y-la-bruja y mi amiga Eva Mª Pérez el libro de "Mujeres que corren con lobos" de Clarissa Pinkola Estés. Lecturillas para el verano por si os interesa el tema.
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Silvia, yo soy un tanto escéptico de la capacidad de las brujas y brujos de alterar su composición física, química y biológica, mismas que van en contra no solo de nuestra ideología, si no de la ciencia, por ejemplo de que se puedan convertirse en algún animal, aves o bolas de fuego, por que de ser cierto esto, estaríamos ante la comprobación de la teoría de Albert Einstain de que la Materia no se crea ni se destruye, solo se transforma, ¿ pero que tan cierto es esto? y no solo eso si no violaría las leyes de gravedad y de la física quántica de que el cuerpo recibe calor por quantum de energía, preguntas como: con que combustible arde un cuerpo convertido en bola de fuego, que energía lo impulsa etc. (Soy abogado, investigador con estudios de posgrado en derecho penal, autor de diversas obras aun inéditas sobre teología relacionados con el origen de las especies, la ciencia y su relacion con la meta fisica.)

      Eliminar
    2. Hola, gracias por tu comentario aunque no lo entienda.
      ¿Me puedes explicar donde se hace alusión a tremenda paranoia como la que citas?"la capacidad de las brujas y brujos de alterar su composición física, química y biológica, mismas que van en contra no solo de nuestra ideología, si no de la ciencia, por ejemplo de que se puedan convertirse en algún animal, aves o bolas de fuego, por que de ser cierto esto....."
      Lo único que saco claro es que las personas tenemos una capacidad insólita para hacer interpretaciones asombrosas
      Saludos!

      Eliminar
    3. Hola Silvia, tendrás algún correo o página para estar al pendiente de más notas como esta?, suerte y ánimos para afrontar esta situación actual

      Eliminar
  2. Interesantisimo analisis sobre drama del linchamiento de brujas en la Edad Moderna.
    Muchas gracias por la bibliografia !
    M.Renta

    ResponderEliminar
  3. Hola M Renta me alegra que te haya gustado y que te sea de interés la bibliografía
    Gracias a tí por leerme!

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias, Silvia.Me encanta tu blog.Feliz fin de semana.Abrazos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias a tí Clariola. Me alegra que te gusten mis artículos.Feliz semana!

      Eliminar
  5. Gracias. Me parecen especialmente interesantes dos puntos, que las brujas actuaban por métodos empíricos (que los estudiosos denostaban), y que cuando se sentaron las bases de las ciencias empíricas el empiricismo empezó a ser considerado cosa de hombres. Estos giros entre el rosa y el azul son especialmente reveladores.
    También considero que es una pena que no exista ninguna recopilación de sus métodos (que ya sé que eran mujeres que actuaban aisladas unas de otras, pero es que nadie se tomó la molestia de escribir alguno de sus remedios?).
    Estoy intentando recopilar datos sobre los elementos culturales que existen hoy en día que fueron ideados por mujeres, y...qué complicado es...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Iyuti por tu comentario.Es díficil recuperar el trabajo de muchas mujeres a lo largo de la historia porque ha sido silenciado en la mayoría de los casos. Poco a poco, con mucho esfuerzo y gracias a los estudios feministas se están visibilizando los logros de muchas mujeres a lo largo del tiempo. En el caso de la medicina muchos de estos conocimientos han sido utilizados por la medicina oficial,aunque pocas veces atribuidos a ellas, aunque si es verdad que falta un estudio más exhaustivo.
      Saludos y buena suerte en tu trabajo de recopilación!

      Eliminar
    2. Gracias!. Sobre lo que he encontrado puedes echarle un vistazo si quieres ;), es sólo un borrador publicado, tengo que pulirlo mucho: http://vadebichos.blogspot.com.es/2016/11/la-dama-desaparece.html

      Eliminar
  6. Hola acá una bruja,muchas gracias y luz para ti.

    ResponderEliminar